Vuestras vacaciones en familia en Martigues
Alojamientos familiares
En Martigues, vuestras vacaciones en familia empiezan en cuanto llegáis al alojamiento. Imaginad instalaros en un camping acogedor donde los niños descubren de inmediato la piscina infantil y las áreas de juegos, mientras vosotros colocáis tranquilamente la sombrilla. Si preferís tener la playa a pie de residencia, algunos alojamientos ofrecen acceso directo a la arena: el sueño para pasear por la mañana o improvisar un baño en cualquier momento del día. En los hoteles, cunas, habitaciones comunicadas y menús adaptados tranquilizan a los padres y facilitan la vida. Para una estancia más íntima, las casas de huéspedes proporcionan material para bebés, lo que permite viajar ligero.
Todo ello bajo un cielo azul casi garantizado 360 días al año: una auténtica libertad para disfrutar de actividades al aire libre sin preocuparse por el tiempo. Las zonas hoteleras son seguras, perfectas para dejar que los niños jueguen sin preocupación. Alrededor, las playas de arena y los grandes espacios verdes prolongan naturalmente las jornadas: castillos de arena, juegos de pelota o simples momentos de descanso a la sombra. Aquí, cada alojamiento se convierte en la base ideal para unas vacaciones tranquilas y serenas.
Actividades y animaciones pensadas para los niños
Imaginad un día en familia en Martigues, marcado por descubrimientos y sonrisas infantiles. Por la mañana, destino al centro totalmente peatonal: sin coches, los pequeños pueden correr, trotar o ir en carrito con total seguridad. Paseáis juntos por las calles de fachadas coloridas, cruzáis los puentes sobre los canales, y la aventura ya ha comenzado.
Después, rumbo al Museo Ziem. ¡Sorpresa agradable: la entrada es gratuita! Mientras vosotros admirais las obras inspiradas en el Mediterráneo, los niños participan en un taller creativo que estimula su imaginación. Justo al lado, la Galería de la Historia ofrece una parada lúdica para descubrir el patrimonio de la ciudad de otra manera. Y si hay espectáculo en el Théâtre des Salins, ¿por qué no compartir un momento cultural en familia, también pensado para los más pequeños?
Por la tarde, la Oficina de Turismo se convierte en el punto de partida de una gran aventura. Los niños eligen su misión: un circuito Randoland con enigmas que resolver, una búsqueda del tesoro con la caja Chasseur de Trésor o la exploración del centro con la mochila My Explore Bag. Cada uno se convierte en explorador, y cada rincón revela una pista.
Para terminar el día de la mejor manera, ¿qué mejor que un paseo en barco por los canales? En 45 minutos, toda la familia disfruta de una nueva perspectiva de Martigues, la “Venecia provenzal”, con sus muelles animados y reflejos coloridos.
¿Y lo mejor? La mayoría de las actividades de la ciudad son gratuitas: talleres, espectáculos callejeros, encuentros con animales o eventos festivos como concentraciones de coches antiguos. Una manera de enriquecer las vacaciones sin gastar de más, creando recuerdos alegres e inolvidables para toda la familia.
Restaurantes y dulces para compartir en familia
En Martigues, las comidas en familia son mucho más que un momento alrededor de una mesa: son verdaderos recuerdos de vacaciones para saborear juntos. A mediodía, sentaos en una terraza peatonal del centro. Los niños eligen su menú –a menudo pensado para ellos, con porciones pequeñas, platos sencillos y cubiertos adaptados– mientras vosotros disfrutáis de la animación de las coloridas callejuelas. Aquí, las familias siempre son bienvenidas, y todo está previsto para que cada uno encuentre su placer.
En cuanto a sabores, Martigues ofrece un verdadero descubrimiento culinario. Podréis probar pescados recién salidos del Mediterráneo a la parrilla, verduras soleadas con aceite de oliva y las famosas panisses crujientes que encantan a los niños. Y si vuestros adolescentes quieren variar, no faltan opciones: pizzerías acogedoras, especialidades asiáticas u orientales, y cocina del mundo para viajar sin salir de la Côte Bleue.
Por la noche, ¿por qué no cenar con los pies en la arena, frente al mar? Muchos restaurantes de playa reciben a familias, perfectos para prolongar el día sin prisas. Y si os alojáis en un camping, las mesas compartidas permiten a los niños jugar con seguridad mientras los padres disfrutan de la velada.
Y para el toque dulce que pone a todos de acuerdo: los helados. Es imposible marcharse sin una parada en la Gelateria Arnaldo, famosa por sus generosos y originales sabores. Entre cucuruchos coloridos y copas heladas, es la parada favorita de grandes y pequeños después de un paseo.
En Martigues, las comidas riman con sencillez, convivialidad y descubrimientos gastronómicos. Desde un almuerzo rápido hasta una cena en terraza, cada mesa se convierte en una nueva ocasión de compartir complicidad y delicias en familia.
Parques, jardines y playas familiares
Un día en familia en Martigues suele ser el simple placer de un picnic en un parque o una tarde con los pies en la arena. Por la mañana, id al Parc Julien Olive o al Parc du Gour: mientras los niños juegan, vosotros disfrutáis de un momento de descanso a la sombra. En el Jardín Público de Ferrières, en pleno centro, las pequeñas fuentes y los senderos floridos invitan a una pausa tranquila. Después, rumbo al Gran Parque de Figuerolles: balón, cometas, circuitos de aventura para los mayores (de pago) y una granja pedagógica gratuita para los más pequeños, donde todos encuentran su diversión.
Por la tarde, ¡toca mar! En la Playa del Verdon o en la de Sainte-Croix, extendéis vuestra toalla en la arena fina, cerca de duchas y baños prácticos para familias. La playa urbana de Ferrières también es ideal: fácil acceso con carrito, y en verano, chiringuitos para un almuerzo o un helado con vistas a la laguna. Al final del día, un paseo por la Vía Verde de Carro, en bicicleta o patinete, permite gastar energías en un entorno seguro y abierto al Mediterráneo. Aquí, la naturaleza y el mar se convierten en vuestros mejores terrenos de juego.